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Pestiños con miel

Ingredientes para Pestiños con miel

300 gr. harina de trigo
25 ml. vino de Jerez
50 ml. aceite de oliva virgen suave o aceite de girasol (75 ml. para la masa y resto para freír)
50 ml de zumo de naranja

La piel de 1 limón y la piel de 1 naranja
1 cucharada sopera de semillas de matalahúva (o matalauva)
Sal (una pizca, unos 2 gr.)
Para el enmelado: 200 gr. de miel y agua
Otra opción de rebozado (azúcar y canela molida)

Receta de Pestiños de miel y con azúcar. Sigo explorando el repertorio gastronómico de nuestro país descubriendo recetas de postres increíbles que llevan cientos de años en nuestras cocinas. Este es el caso de los pestiños.

Este postre es típico del sur de España: Andalucía, Murcia y Extremadura. Hay bastante polémica sobre si se preparan más en el día de Todos los Santos, Navidad o en Semana Santa (junto con leche frita y torrijas de leche), pero desde luego nosotros no nos vamos a quedar solo con estas dos fechas y yo lo recomiendo para todo el año.

Se supone que son de procedencia morisca aunque la primera referencia escrita no aparece hasta 1528, como parte del repertorio culinario de la protagonista de La Lozana andaluza. De hecho existe bastante similitud entre los pestiños y las chabakias marroquís, masas fritas aromatizadas con anís y azafrán, bañadas en miel, que suelen prepararse para romper el ayuno obligado en el Ramadán.

Lo mejor de estos dulces reside en la preparación. En Cuaresma, Carnaval y en el Día de Todos los Santos, las calles de Andalucía huelen a matalauva y azahar, esa masa frita en la que colabora todo el mundo. Normalmente el pueblo se reúne de pestiños en torno a un barreño donde se prepara la masa, formando una cadena de gente para luego freírlos y acabarlos. No es sólo el resultado, es todo el proceso y lo que va con él.

Como suele ocurrir con todas las recetas tradicionales, existen multitud de formas de preparar los pestiños. En unos sitios se bañan con un almíbar de miel, se enmelan, en otros se espolvorean de azúcar recién retirados de la sartén, en unos se pliegan en forma de lazo, mientras que en otros se preparan simplemente con forma rectangular, hay quien los aromatiza con matalahúva y limón, o quien le añade naranja y canela.

Multitud de opciones para un postre que, en cualquiera de los casos, está de rechupete. Os dejo con un postre de los de toda la vida. El que nos prepara en Semana Santa la abuela Pilar, económicos y sencillo ya que salen unas 30 unidades a 0,10 €/pestiño. ¿Os animáis a sorprender a los vuestros? Mirad los que me ha enviado Angel Campaña, con miel y con azúcar. No dejéis de compartir vuestros pestiños con todos nosotros.

Preparación de la masa de los pestiños
En una sartén ponemos a calentar todo el aceite (de girasol o de oliva suave). Cuando esté bien caliente añadimos la piel del limón y las semillas de matalahúva.
Dejamos que se cocinen durante 2-3 minutos y retiramos del fuego. Dejamos templar.
En un bol echamos la harina, el vino, y 75 ml. del aceite que tenemos aromatizado con el limón y las semillas y añadimos también las semillas de matalahúva fritas.
Removemos con una cuchara de madera y vertemos sobre la encimera de la cocina. Trabajamos la masa hasta que nos quede una bola compacta que no se nos pegue a las manos. Dejamos reposar la masa tapada con un paño durante 30 minutos.
Con un rodillo estiramos bien la masa hasta dejarla lo más fina posible y cortamos porciones de unos 5×5 cm.
En principio no es necesario engrasar la superficie de trabajo ya que la masa no se pega, pero si lo preferís podéis untar unas gotitas de aceite sobre la encimera antes de estirarla. Es importante extenderlos bien finitos, porque al freír la masa engorda un poquito y se queda como hojaldrada.
Doblamos las esquinas opuestas de cada porción sobre si mismas pegándolas con una gotitas de agua y presionamos para evitar que se despeguen al freírlas.

Fritura de los pestiños. Miel o azúcar
Calentamos la sartén a fuego medio con el aceite que tenemos aromatizado. La única dificultad de este dulce está en la temperatura del aceite, ya que si está poco caliente la masa se queda como cruda, nada crujiente.
Sin embargo si el aceite está muy caliente se nos dorarán muy rápidamente y quedarán crudos por dentro.
La primera tanda nos servirá para probar y que las siguientes nos salgan de rechupete. Echamos a la sartén de pocos en pocos. Cuando estén dorados sacamos los pestiños a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Para cubrirlos tenemos dos opciones:
Llenamos un recipiente ancho con azúcar y canela en polvo (unas dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 g de azúcar) y mezclamos bien con un tenedor. Cuando todavía están calentitos se pueden rebozar en esta mezcla. Es bueno contar con un ayudante en este punto, porque todo a la vez resulta más complicado.
También se pueden bañar en miel. Para ello, preparamos el enmelado calentando la miel con más o menos 1/4 de su volumen de agua. Cuando esté caliente y bien integrado sumergimos los pestiños y retiramos a una rejilla. Dejamos que escurran la miel sobrante y se sequen.
Os puedo asegurar que este dulce andaluz es una auténtica delicia. Y si tenéis niños en casa podéis pasar una tarde de fin de semana fantástica cocinando con ellos. ¡No os arrepentiréis!

No dejéis de disfrutar de todos los dulces de rechupete en nuestras recetas de postres. Podéis ver todas las fotos del paso a paso de la receta de pestiños en este álbum.